Mi pintura no busca gustar. Busca contar.
Trabajo con todo lo que tengo: pinceles, manos, materiales diversos y una necesidad constante de sacar lo que llevo dentro.
Me gusta explorar, mancharme, experimentar, romper y recomponer.
Hay cuadros llenos de luz y otros más oscuros, porque así es la vida. Pero el color siempre está presente. Es mi manera de filtrar la realidad. Y de resistirla, a veces.